jueves, 28 de abril de 2005

EDITORIAL 335

El Papa Nuevo y Los Papa Natas
La Religión es aparentemente hoy día un bien devaluado. Hay muchísimos ejemplos y también motivos. El ejemplo más importante fue la negativa del parlamento Europeo a incorporar la palabra Dios a la constitución Europea. Está opción desechada había sido sugerida nada más ni nada menos que por el Papa Juan Pablo II. El Papa fallecido tuvo que llevarse a la tumba este gran dolor. Las corrientes de pensamiento progresistas y agnósticas y todo tipo de corrientes nuevas soplan como un ciclón que quieren barrer con todo lo establecido en materia de moral y/o religión. A estos pensamientos modernos en su conjunto se los puede englobar en una sola palabra que resume todo: "Relativismo". Este relativismo moral tuvo por estos días su máxima expresión en España, donde fue sancionada la Ley que permite el Matrimonio entre homosexuales, solo falta para que quede firme la aprobación del Senado español. Pero la prueba de que el relativismo moral de los españoles ha dado un paso más allá de todo o como dicen los chicos de hoy, "SE FUERON DE MAMBO", es el revuelo descomunal que se está armando, donde en multitud de pueblos y ciudades se alzan y subleban los intendentes oponiendose con firmeza a dicha ley.
Dice Mariano Grondona en La Nación del domingo 24 de abril: "las grandes religiones tienen un enemigo en común "el relativismo". Podríamos así dividir a la humandiad en dos grandes corrientes. Una abierta a la convicción religiosa y otra al contrario "irreligiosa". Desde las religiones se califica a esta corriente de relativismo cultural porque este relativismo no reside en alguna otra convicción sobre el sentido de la vida sino directametne en la ausencia de convicciones. Los relativistas actuales creen que cada "persona" cada "cultura" tiene su verdad, para ellos "el sol de la verdad" lejano pero no inalcanzable ha sido reemplazado por "mi verdad" o "nuestra verdad". La verdad objetiva les "resulta inimaginable". A los que defienden esta verdad objetiva se los califica lisa y llanamente conservadores. Así ha sido calificado este nuevo Papa en forma casi automática por los partidarios del relativismo actual. Además por ser este Papa Alemán y por haber pertenecido en su juventud aunque involuntariamente (porque los obligaban según cuenta el periodismo) a las juventudes hitlerianas se lo tilda muy injustamente de nazista. Lo corroboran las pintadas en la Catedral de Buenos Aires. Hasta el periodista Lanata en la Tapa de la Revista 23 tuvo mal gusto y falta de respeto con un título similar.
En todos estos hechos los progresistas nos muestran su rechazo a este supuesto avance del espíritu conservador del que hemos dado cuenta y que los progresistas radicales "rechazan como un escándalo". Ellos pronosticaron la victoria de Kerry en Estados Unidos pero ganó Bush. Ellos anticiparon que Ratzinger entraría al cónclave como Papa y saldría como cardenal pero ocurrió lo contrario. Ellos están convencidos que el mundo marcha hacia la izquierda, pero los pueblos marchan en dirección contraria.
En el caso de las críticas a Benedicto XVI habría que agregar un tema más que los progresistas y opositores desconocen y que a su vez los deja tan descolocados que podríamos calificarlos de "Papa Natas" y muy especialmente a cierta prensa que no cesa de castigar con el tema.
¿Qué es lo que ellos desconocen y no tienen en cuenta en sus feroces críticas?... y bien.... es algo muy simple y muy difícil a la vez. Existen dos mundos que interactuan y coexisten simultaneamente. El mundo natural y el sobrenatural. Lo que define la elección de un Papa es el ESPIRITU SANTO, y este pertenece a la realidad del mundo sobrenatural la cual desconocen los negadores de este Papa y por eso se equivocan. Dice San Juan que el que acepta los mandamientos de Dios y los cumple ese muestra que ama a Dios y Dios como premio le envía el Espíritu de Verdad que es el ESPIRITU SANTO y por eso no se equivoca el que hace la voluntad de Dios, pero mucho más fuerte es ese efecto en un cónclave donde Dios dice que expresamente enviará su ESPIRITU SANTO o Paráclito. Es como si fuese algo más puntual y específico. Por eso el Espíritu de Verdad de los Cardenales es tan fuerte que hace imposible el error.
En cambio los relativistas carecen de este Espíritu de Verdad y se equivocan fiero y por eso critican más fiero aún.
Esta es la misión de Benedicto XVI y es su misión fundamental luchar contra el relativismo y vencerlo como la misión de Juan Pablo II fue luchar contra el comunismo y vencerlo y lo logró.
De los Papa Natas libranos Señor.Por L. HUGO MARINO

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