jueves, 31 de marzo de 2005

EDITORIAL

Las nuevas catedrales paganas y el Padre Ignacio
Uno de nuestros metros de plata para el análisis de la realidad social actual es el que define la ubicación que nos corresponde a cada uno de nosotros en la vida. Para estar bien ubicados debemos partir de lo global hacia lo particular. Entender nuestro entorno, lo que nos rodea, es entender el contexto en que vivimos y partiendo de allí llegamos a lo personal.
Por eso siempre repetimos que no se puede entender un texto (libro) si antes no se entiende el contexto.
Un resumen brutal de la historia de la humanidad nos pone de golpe frente al contexto que nos toca en la actualidad.
Lo vamos a titular "La Mirada". En el principio la mirada estaba puesta en Dios, y todo era Dios, paso mucho tiempo y llego la época medieval y la mirada seguía puesta en Dios, tan elevado era todo que hasta las iglesias eran puntudas y el estilo gótico pretendía "llegar al cielo". Fue pasando el tiempo y la mirada fue bajando y se puso horizontal, ya no apuntaba al cielo, sino que se posaba en los ojos de los demás. A este período se lo llamo el Renacimiento y fue dominado por el Romanticismo. Tanto era el Romanticismo que se bailaba el vals en todos los salones. Pasó el tiempo y la mirada siguio bajando. Actualmente la mirada se proyecta por debajo de las cinturas (colas y culos), esperemos que la mirada sigua bajando y llegue al piso y avergonzada vuelva nuevamente a Dios. Esta claro que el contexto actual no es espiritual como en la edad media ni romántico como en el renacimiento, sino puramente materialista. Colas, cuerpos esbeltos, gimnasios y gym por doquier, dinero, poder, lifting, autos, etc., etc., etc., etc.
Desde luego este nuevo contexto da origen a una nueva cultura que tiene estrecha relación con el mismo. Un mensaje Pascual decía que estamos en una etapa de descritianización y en una cultura ligth (liviana).
Esa cultura light no quiere compromisos es una cultura del hacer y el vivir lo más livianamente posible.
Estos contravalores que nos conducen a una descritianización evidente están impuestos por organismos internacionales, donde se intenta también intervenir en la educación. Este materialsimo es consecuencia de "la acumulación de la riqueza que no quiere porbres, y tampoco quiere darles la posibilidad de salir de la pobreza sino más bien quiere que no existen realmente esos pobres. El resultado final es el individualismo a ultranza y la indiferencia general, que en países como el nuestro produjo una escalada de corrupción y miserias sin fin.
Esta descristanización o "alejamiento de Dios" que produjo el materialismo y que tantos males nos trae no quito de las personas la necesidad de "adorar" que hay en sus corazones. Como esa necesidad se debe encauzar y canalizar ahora "adoramos vidrieras!!!". Un día domingo en un shopping a la hora de la misa 19 hs. el devoto habitual que ese día no fue a misa y fue al shoping lo ve con claridad meridiana. Multitudes encerradas en un edificio adorando vidrieras y "consagrando" "su tiempo", "su dinero" y "su familia" a cumplir con los ritos nuevos - paganos del consumo en las nuevas catedrales modernas del materialismo vacío. Aunque las villas pululan a pocas cuadras a nadie parece importarle. Somos indiferentes y la corrupción campea.
Pero hay algunos sucesos que nos ponen en cortocircuito el entendimiento. A saber. Al Vía Crucis del Padre Ignacio fueron según las estimaciones 200.000 fieles. Si consideramos a una familia tipo de 5 personas, 2 papas, 2 hijos y un abuelo como promedio y si hacemos la división del millón de habitantes que tiene Rosario por 5 (por familia) nos da justo 200.000, es decir el total de peregrinos nos estaría diciendo que fue una persona por cada familia rosarina al Vía Crucis del Padre Ignacio.
Su todas las familias de Rosario mandaron un miembro al Vía Crucis del Padre Ignacio ¿Cómo puede ser que estemos descristianizados, como puede ser que estemos alejados de Dios y seamos corruptos? Es difícil de enternderlo, es una paradojo brutal ¿o sera que somos pan para hoy y hambre para mañana?. Para pensarlo.Por L. Hugo Marino

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