Sólo para aquellas personas que no nos importan mayormente, exigimos felicidad a cualquier precio. Con nuestros amigos, con las personas que amamos, con nuestros niños, somos exigentes y preferimos verlos sufrir mucho antes que verlos felices de un modo despreciable y enajenado", C.S. Lewis. Los padres que quieren a sus hijos con amor inteligente establecen ciertas normas. En Hacer Familia elaboramos un código familiar de permisos.
1. Todo permiso lleva asociada una carga educativa, pues emite señales que los hijos captan.
2. Los permisos son opinables, pero no son neutros.
3. Existe un conjunto de reglas establecidas, por acuerdo de padre y madre, que se han explicado a los hijos, antes de que éstos eleven pliegos de peticiones.
4. Hay reglas que permiten concesiones porque dicen relación a principios secundarios o menos importantes.
5. El permiso solicitado debe suponer un beneficio para el hijo que lo pide o al menos que no sea dañino. El permiso no debe perjudicar el bien común.
6. Cada hijo es diferente. Al conceder un permiso se debe evaluar la relación entre libertad y responsabilidad. Los permisos deben ser concedidos en forma gradual.
7. Los padres tienen derecho a unos minutos tranquilos para decidir un permiso.
8. La concesión de permisos no puede convertirse en una batalla campal.
9. Los padres deben ser coherentes y consecuentes.
10. Conceder un permiso es ejercitar la autoridad dada por Dios a los padres para educar a los hijos.
sábado, 11 de julio de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario