El seno representa como ninguna otra zona anatómica la feminidad. Ligado a connotaciones maternales a la vez que eróticas, es de suma importancia mantenerlo con un aspecto joven y firme.
Diversos factores y situaciones que acontecen a lo largo de la vida de la mujer repercuten sobre su anatomía y función, a saber:
• Durante el desarrollo (pubertad): el crecimiento normal se puede ver afectado, no respondiendo a la información genética, por los siguientes factores:
Hábitos dietéticos erróneos
Situaciones de estrés
Falta o exceso de ejercicio
• En la edad adulta:
La maternidad
La lactancia
El uso de corpiños inadecuados (demasiado flojos o demasiado ajustados)
La realización de ejercicios o trabajos que movilizan de forma excesiva el busto (correr sin el corpiño adecuado)
Cambios importantes del talle o del peso
Desarreglos hormonales
Menopausia
Enfermedades debilitantes
Envejecimiento cutáneo
Afortunadamente se ha constatado que el seno adulto puede responder a estímulos y a principios activos para incrementar su turgencia y devolver la firmeza y la hidratación que son el secreto del aspecto de un seno joven.
Tratamiento de Acciones Combinadas (Radiofrecuencia, electroestimulación, ultrasonido):
Los senos, al contrario que otros órganos, no poseen ningún elemento de sostén o ligamento suspensor verdaderamente eficaz. Esto le hace ser especialmente frágil ante las distintas modificaciones que sufre con la edad, y a las variaciones hormonales.
Este tratamiento es eficaz porque influye positivamente en los cuatro niveles necesarios para el cuidado del seno, a saber:
1. Rehidratación y nutrición de la piel, evitando el relajamiento de la envoltura cutánea tras la hipertrofia transitoria del embarazo, el sobrepeso y la edad. Para este paso se utiliza radiofrecuencia y ultrasonido acompañado con los principios activos que requiere (Elastina, colágeno, ácido hialurónico, etc). De esta forma se estimula el tejido conjuntivo, ya que si este tejido se altera, se reduce o se afloja, se observan modificaciones en el volumen y la firmeza del seno.
2. Estimulación de la circulación sanguínea y respiración celular del tejido adiposo y conjuntivo que hubiera podido verse reducido.
3. Electroestimulación de la musculatura superficial, generando un aumento del metabolismo que lucha contra la distensión muscular por falta de sujeción o de ejercicio físico.
4. Regeneración y reestructuración de la piel, gracias a la producción de colágeno nuevo generada por la acción de la radiofrecuencia en la capa profunda de la piel. Esta acción también provoca mayor tensión de los tejidos recuperando la firmeza del busto.
Próxima nota: tratamientos preventivos para el mantenimiento de los senos
Verónica Terrussi
Esteticista – Cosmetóloga - Mat. 45559
sábado, 18 de julio de 2009
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